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UNA CRÓNICA CANTADA DEL PERÚ

A propósito del disco-libro Cascabel

Publicado: 2020-02-01

Luego de recorrer gran parte de Lima y descubrir que el “monstruo del desarrollo” ha convertido nuestras calles en una experiencia tortuosa, me alegra descubrir que el formato de la presentación de un libro se rompe. Comienzo con eso, porque he releído el libro y me ha revelado lo que hace Jorge hace, como experiencia de construcción de lenguajes y construcción de conocimiento.  

Creo que este objeto, el libro y el disco que lo acompaña, constituye en el Perú de hoy una experiencia radical sobre las cosas que están ocurriendo en el país y sobre las cosas que nos podrían ocurrir en el futuro del país. Y esa experiencia de lenguaje radical, está sustentada en una experiencia de conocimiento igualmente radical, que no se basan en las formas y modos habituales, codificados, legitimados y “normales” del conocimiento. Lo digo, desde la posición de las ciencias sociales, que intentan conocer y explicar las vorágines de cambio, los destinos del país y sus procesos internos.

Este libro – Cascabel- y los que van a venir después, no solo es una crónica estética Además, está ubicado en un horizonte de tiempo preciso, que comprende las dos últimas décadas (1990-2000) y da cuenta de la imposición de un régimen neoliberal y un modelo de desarrollo neoliberal. Así mismo, revela una experiencia vital que termina en su propio proceso creativo, en donde se entrecruzan el lenguaje musical y el narrativo. Con invitados emblemáticos interpretando las canciones, con crónicas contando las historias del país, narraciones que se entrelazan, lenguajes diversos y aunque aparentemente no existe un hilo conductor en el libro, una vez que uno termina de leerlo y de escuchar el disco –o viceversa- construye una historia final, uno participa de esa construcción conjunta de toda una experiencia.

Son, tesis estéticas que solo se aprehenden cuando uno termina de leerlo y escucharlo, cuando se atraviesa la experiencia estética que es Cascabel. Está presente también, la idea de que en el Perú a pesar de todo, se puede ser feliz. Los personajes, que son los más pobres entre los pobres, víctimas de esta vorágine de cambios neoliberales, aplastados por la ética capitalista global, a pesar de todo, construyen un futuro distinto para el Perú. Zenón Depaz en el epílogo del libro, anota muy bien que es posible ver la posibilidad de otro mundo, y Cascabel abre esa posibilidad de atisbarlo a través de su lenguaje disruptivo, a través de las crónicas de historias impresionantes, a través de sus sonidos que rompen completamente con lo que teníamos en el Perú para explicar lo que viene pasando en estas décadas. Y creo que solamente se puede ver la posibilidad de otro mundo, a través de otro lenguaje, tengo la impresión que las ciencias sociales resultan, hoy por hoy, insuficientes para explicar lo que nos pasa. Por ejemplo, las luchas sociales se denominan ahora “conflictos sociales”, frente a los cuales solo que da implementar una “ingeniaría política” para erradicarlos. Por eso, las víctimas de estos conflictos ya nos son vistas por las ciencias sociales, en simples personajes anónimos. Sin embargo, en Cascabel son protagonistas Juan Mamani, Susiflor, Pepe Ramos, el abuelo alcohólico y otros más que provienen de las comunidades indígenas amazónicas y andinas. Se relevan sus cosmovisiones, sus vidas y experiencias.

Encuentro además, cinco momentos en el libro que quisiera resaltar, el primero y muy importante, el momento de los tres avisos premonitorios en los que aparece el “hombre que progresa” amenazando el mundo de una niña amazónica, el mundo de un anciano chamán que conversa con el cielo en lo alto de una montaña asustado por el paso de un avión, el mundo de una abuela negra que conversa con el dios Pachacámac (Señor de los Milagros) y es expulsada por el “hombre que progresa” de un museo momentos antes de un gran terremoto que se traga todo. Esta primera imagen del libro es muy premonitoria, porque es la que aparece convertida al final del libro, en ese “otro mundo”, pero de otra forma, no con la destrucción que se presenta.

Un segundo, momento, es la aparición de los personajes cotidianos como Juan Mamani, en el linchamiento de dos ladrones. De Pepe Ramos en una experiencia onírica con el autor, en una tarde-noche de música y cerveza con Piero Bustos. Todo este sueño acaba con un baldazo de agua dado por Susiflor Choquehuanca, esposa de Pepe Ramos.

Juan Mamani y su experiencia de descubrir el Cusco y pasar una serie de aventuras. La señora Huamán Temoche y su vida vendiendo periódicos y la experiencia que todo aquello implica en la comunicación en el país. Pepe Ramos y Juan Mamani, una década atrás y su experiencia en la Marcha de los 4 Suyos.

Nos revelan cómo lo sectores populares tuvieron un protagonismo importante, hasta la década de los ochenta y que lamentablemente fracasó. Un tercer momento, arranca después de julio del 2000.

Juan Mamani y Pepe Ramos sufren las todas las desgracias y el dolor que carrearon los ajustes neoliberales, pero acaban siendo parte de un coro más amplio de voces que se levantan contra los otros personajes retratados en el libro: “el hombre que progresa”, el “monstruo del desarrollo”. Aparecen también personajes que nos muestran la dignidad, como Silverio Gómez Condori, dirigente de CONACAMI, Alberto Pizango y una humilde y anónima maestra de escuela, junto a un “conclave de monstruos” criminalizados. Esto nos muestra que las víctimas son muchas pero sus voces, pueden entrelazarse.

Estos personajes aparecen también representados en una tragedia, porque este libro también nos cuenta las tragedias como la del 5 de julio de 2009 en la Curva del Diablo y los riesgos que acarrean involucrarse en las luchas. El “monstruo del desarrollo” con el cascabel en el cuello se enfrenta a los personajes que ya no son anónimos y sin poder, sino, que ahora son masas organizadas y desplegadas en luchas concretas, poniéndole el cascabel al monstruo del poder, al monstruo de la modernidad. En sucesos como éste, lo que Jorge hace es mostrarnos que Juan Mamani, Pepe Ramos, Pizango y todo el cónclave de monstruos, se encuentran finalmente, con los “hijos de la tierra”, con las comunidades que luchan contra la maquinaria imparable del progreso. Y nos dice que estas experiencias derrotan de otra forma al poder, cotidianamente y de maneras distintas a las luchas del pasado, de forma aparentemente invisible, a la supuesta y exitosa avalancha neoliberal.

Cuarto momento del libro es el augurio, el “tilín talán” del cascabel. Anuncia la posibilidad de otro mundo, de otra modernidad, de otra utopía que vienen construyendo diariamente desde la organización y la lucha.

El quinto momento, es la aparición de un mosaico de actores que cantan lo que el libro ha venido prefigurando, el momento inicial de los tres avisos regresan devuelto a la experiencia cotidiana, ya no con los personajes del comienzo del libro, sino, con lo cotidiano de nosotros mismos, el autor nos habla a nosotros mismos mientras leemos. Y esto se redondea con la experiencia de escuchar las canciones.

Dicho esto, toca pasar a la música.

(Casa de la Literatura, Lima 2012)

https://open.spotify.com/album/1eN0zjeZ0N989PcJQprb75


Escrito por

Jorge Millones

Trovador y productor. Aficionado a la filosofía y las ciencias sociales.


Publicado en

Cascabel: Textos, imágenes y sonidos para el cambio.

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