El principal problema de Lima y el Perú es la corrupción. Es la nave nodriza de esta invasión de calamidades que nos pasan a diario. La inseguridad, el caos del transporte, tráfico de terrenos, informalidad, la pérdida de espacios públicos, obras que no resuelven problemas y encima se desploman, entre miles más, no se van a solucionar jamás si no enfrentamos al toro por las astas. 

Por eso, en estas elecciones mi opción es Gustavo Guerra García porque lo conozco. Sin embargo, entiendo que algunos no hayan decidido aún su voto, les falte información y en plena época de posverdad, les sobre información falsa.

A la luz de los escándalos por corrupción que se vienen destapando, lo primero que debemos hacer es descartar al fujimorismo, sus aliados y otras candidaturas funcionales a mafias, oscuros lobbies y argollas empresariales que parasitan a los gobiernos locales y regionales que llenan la ciudad de cemento siguiendo el nefasto legado de Castañeda, a quien recordaremos como el peor alcalde de Lima, el más ineficiente y el menos transparente. Todos ellos, tienen dominada más de la mitad de la oferta electoral.

Descartemos a las propuestas demagogas, que no tienen un buen plan de gobierno, ni bagaje técnico que lo respalde, que se quedan solo en buenas intenciones, pero no están preparadas para gobernar una ciudad como Lima. Descartemos también a las que aprovechan la situación para incitar al odio, al racismo, al machismo y la xenofobia con un discurso populachero y supuestamente “canchero y de la calle”.

A diferencia de ellos, Gustavo Guerra García sí tiene una excelente preparación profesional, es un político honesto, tiene experiencia de gestión, expresa un liderazgo democrático, no está coludido con ninguna de las mafias que esperan seguir sangrando Lima y ninguna acusación en su contra prosperó jamás, por más que intentaron -e intentarán- enlodarlo.

A VOLTEAR LAS CIFRAS 

Sin embargo, Gustavo Guerra García no lidera las encuestas y algunos aprovechan eso para inducirnos a que nos resignemos por uno de los dos primeros, que en el fondo serán lo mismo. Ya antes he sido testigo del juego de las encuestadoras, de su intención para esconder candidaturas y levantar otras para direccionar el voto popular. Todo es posible y debemos entender que estamos en una situación delicada, pues si entra un corrupto al sillón municipal de Lima, las mafias terminarán engulléndose al Perú entero. El desafío es voltear esas cifras y hacer llegar a la ciudadanía las propuestas de Gustavo Guerra García y su equipo. 

Nadie quiere debatir con Gustavo, le rehúyen. Y los candidatos que se atreven quedan muy mal. ¡Pero Lima merece un debate serio sobre cómo se usarán los recursos para el bien de la toda la ciudad! Hay muchos problemas, pero hay que priorizar cuales son los más urgentes y él tiene una propuesta sobre todo para el transporte que es lo que hace tortuosa la vida en la ciudad.

Me alegra ver que lo acompañan amigas y amigos comunes como el regidor Nan Núñez, Lucía Alvitez, Lucho Gárate, Ersa Gamarra, Gabriela Adrianzén, entre muchas personas comprometidas y capaces.

Hay que tener propuestas serias y coraje para enfrentarse a las mafias, saber decirles no y no ceder ante el chantaje mediático. Juntos por el Perú representa en estos momentos una propuesta ciudadana y popular, por justicia social, que piensa una ciudad inclusiva y democrática.

¡Nos merecemos eso…!

¡Fuerza Gustavo!

¡Es lo justo!

#EsLoJusto