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Fujimori queriendo entrar a san marcos

DISOLVER, DISOLVER EL PASADO

Publicado: 2018-07-13

La ofensiva fujimorista por reescribir la historia, por destruir la memoria de lo que pasó en los años noventa y de la nefasta participación de los militares montesinistas, continúa. Ya no solo vemos a congresistas de la sindicada “Fuerza 1” recorrer colegios para contar su versión de los hechos, sino que ahora se proponen lavarles el cerebro a los jóvenes en San Marcos, Universidad en la que me tocó estudiar, justamente, en los años en que el fujimorismo la intervino con pretexto de acabar con el terrorismo, pero se acabó más bien con el movimiento estudiantil que se enfrentó a Sendero Luminoso en la Universidad y lo empezaba a derrotar política e ideológicamente. Lo único que logró el fujimorismo al intervenir San Marcos fue que muchos de sus mejores maestros se fueran para siempre a universidades privadas, destruir la organización estudiantil e iniciar una cacería de brujas contra todo aquel que se opusiera al fujimorismo. 

ENSEÑANDO A TERRUKEAR

Gracias a un convenio firmado hace un año entre San Marcos y las FFAA, se les brinda a los efectivos militares facilidades para obtener maestrías y doctorados que ojalá pudieran tener los estudiantes y docentes universitarios. Pero lo más grave, es que la Dircote y el vicerrectorado académico de San Marcos obligan a los ingresantes a asistir a una serie de conferencias absolutamente sesgadas sobre el papel que cumplieron las FFAA durante los años en los que el Perú se enfrentó a los grupos terroristas, época en la que desde el Estado se implementaron políticas sistemáticas de exterminio y violaciones de los DDHH. Capítulo especial es su versión sobre las intervenciones militares a las universidades en los años noventa. En estas conferencias jamás aceptan los crímenes de comandos paramilitares como Rodrigo Franco o el Grupo Colina, mucho menos la participación de Vladimiro Montesinos y sus secuaces dentro de las FFAA en el diseño de secuestros y ejecuciones extrajudiciales.

Así mismo, acaban de anunciar que los militares podrán ser contratados como docentes universitarios para cursos como Realidad nacional y mundial sin necesidad de ningún grado académico. Es inaudito. Cursos como estos se dictan por gente con amplios estudios e investigaciones en ciencias sociales, filosofía y otras disciplinas que tienen que ver con un tema tan delicado como la memoria. Máxime, en un país como el nuestro y en medio de, como dijimos y es evidente, una ofensiva por borrar ese lastre que sigue siendo el talón de Aquiles electoral del fujimorismo: la corrupción y las violaciones a los DDHH de Alberto Fujimori.

militares a enaeñar

En medio de esta ofensiva del sector montesinista de las FFAA, del fujimorismo y sus aliados, destacan sus ataques a la Comisión de la Verdad, al Lugar de la Memoria, al Ojo que llora, a los familiares de las víctimas, intelectuales, cineastas, artistas, curadores y a cualquiera que señale lo que pasó en los infames años en los que Montesinos y Fujimori decidían quiénes eran torturados o asesinados.

La Federación Universitaria de San Marcos acaba de hacer la denuncia es sus redes y muchos señalan como responsable a la cuestionada vicerrectora Elizabeth Canales. Los militares ya han estado dando clases magistrales esta semana casi como preparando a los universitarios para lo que se viene.

NO FUERON HÉROES

Las organizaciones estudiantiles y los partidos de izquierda durante los años noventa le hicieron frente al terrorismo en San Marcos. Es totalmente falso que el Ejercito haya pacificado la Universidad, lo que hizo fue una cacería de brujas porque no sabían distinguir -y aun no lo saben- entre izquierda y terrorismo, mucho después se dieron cuenta que lo más importante era ganar la lucha ideológica y política, que eso requería mejor preparación académica de sus efectivos y analistas. El GEIN iba en esa línea, más no así las políticas represivas de Montesinos. Lo más importante era vencerlos ideológica y políticamente para cortar el poco apoyo que ya tenían en las bases. En ese contexto es que el fujimorismo decide intervenir algunas universidades públicas. So pretexto de acabar con los terrucos, acabaron con la representación estudiantil, con las organizaciones de la izquierda democrática que pugnaba por una Universidad pública y de calidad. Lo que logró el fujimorismo es que San Marcos pasé del dogmatismo senderista al dogmatismo neoliberal con una tétrica facilidad.

Fujimori quería que San Marcos estuviera bajo su control, jamás lo logró, ni siquiera aquella vez, a mediados de los noventa, que llenó el Estadio universitario de evangélicos fujimoristas y militares para un acto proselitista. Fujimori cada vez que fue a San Marcos tuvo que ir con un gran resguardo militar porque nadie lo quería, nadie veía en él a un liberador, menos veían como héroes a los militares. Las paredes pintadas con consignas, que tanto terror le causan a algunos, era la expresión de una lucha política que se estaba dando, una lucha desde la sociedad. La intervención militar quebró eso y pactaron un acuerdo de paz con el senderismo. Lo derrotaron militarmente, pero no política ni ideológicamente, por eso, el monstruo siguió moviendo la cola.


FUENTE: DIARIO UNO


Escrito por

Jorge Millones

Trovador y productor. Aficionado a la filosofía y las ciencias sociales.


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