Es obvio que los proyectos de Ley impulsados por los congresistas Mulder y Acuña buscan cerrar la participación política de nuevos partidos y liderazgos políticos para garantizar el control del Estado a los actuales actores políticos. Actores que están totalmente desacreditados ante la opinión pública y el grueso de la población, con cuestionamientos éticos, sentencias y juicios en curso. 

Un sector de este Congreso busca consolidar un statu quo corrupto, no quieren ni discutir proyectos de Ley que buscan impedir, por ejemplo, la postulación de condenados por lavados de activos, el oscuro financiamiento de los partidos, eliminar la inscripción de los partidos probadamente corruptos, la renovación por mitades o la reelección de congresistas. Estamos frente a un intento de blindar el modelo, matriz de la corrupción, evitando así, futuras investigaciones que lleven adelante nuevas fuerzas políticas.

Estos asedios inconstitucionales a la democracia y participación ciudadana no son nuevos, cada cierto tiempo y en época pre electoral suelen aparecer operadores lo suficientemente avezados como para lanzar proyectos similares, como el 30673 que afecta a los movimientos en proceso de inscripción y a los movimientos locales, o el 30689 que elimina la obligatoriedad de los informes financieros durante las campañas.

La principal afectada con este asedio es la ciudadanía y su derecho a elegir y ser elegido. Y aunque ciertos titulares levanten solo la imagen de Guzmán como único candidato afectado, los principales afectados son aquellas iniciativas ciudadanas que tienen como agenda principal el cambio de estas reglas de juego y el modelo de la corrupción.

Fuente: https://larepublica.pe/politica/1229717-asedios