EL SUEÑO SAHARAUI DE LA LIBERTAD
“No podemos permitir que se vincule al Perú con ninguna opresión a otro pueblo en ninguna parte del mundo. La nación saharaui arrinconada y ofendida por el poder se mantiene digna y de pie, como su embajadora retenida en nuestro país”
Hace unos meses llegaron dos esperpénticos fascistas argentinos a derramar su conservadurismo por todo Lima generando indignación y polémica. Agustín Laje y Nicolás Márquez presentaron un libro anti-izquierdista cargado de odio y machismo celebrado por sus pares peruanos de “Con mis hijos no te metas” y demás adictos a esa ideología. Fueron invitados por el propio Congreso y ninguna autoridad o institución del Estado los retuvo o expulsó pese a estar haciendo activismo político en el país.
Meses antes la investigadora canadiense Jennifer Moore y el documentalista John Dougherty presentaron en el Cusco un documental sobre los conflictos socio-ambientales en el Perú en el marco de un foro de documentales público. Inmediatamente la policía los detuvo, los hostigó y los acusó de “agitadores”. Asustados de cómo se manejan algunos temas espinosos en nuestra democracia, los ciudadanos canadienses se marcharon antes de terminar detenidos. Se fueron convencidos de que en el Perú las instituciones del Estado responden más a los intereses de algunas empresas mineras que al bien común de la ciudadanía.
UNA MUJER RETENIDA
Hace dos semanas algunos congresistas fujimoristas pusieron el grito en el cielo por el ingreso de la embajadora de la nación saharaui Jadiyetu El Mohtar. La acusan de hacer “proselitismo político” con visa de turista. Cosa absolutamente falsa, pues es habitual que embajadores de esa nación árabe visiten el Perú.
Como se sabe, el pueblo saharaui es oriundo del África del Sahara y después de ser colonizado por Francia y la España de Franco, Marruecos los invadió y mantiene ocupados sus territorios. El pueblo saharaui se mantiene firme en recuperar su soberanía y las reivindicaciones de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) son reconocidas por la comunidad internacional a despecho de Marruecos, que insiste en mantenerlos sojuzgados. Muchos saharauis tienen pasaporte español, como el caso de la embajadora, que les sirve para vencer el cerco marroquí.
El Perú reconoció a esta república árabe en 1984 pero Fujimori congeló las relaciones durante su gobierno. Desde el 9 de septiembre Jadiyetu El Mohtar está retenida en una fría oficina del aeropuerto sin las más mínimas condiciones para vivir. Su status legal es incierto y nos dice ella que la retienen con:
“…una resolución de migraciones sin autorización judicial, en la que se emite una orden de prohibición de entrada a través de una alerta roja con fecha y nulidad el 18 de agosto, basada en la petición de dos congresistas de la bancada fujimorista, presidente y miembro de la Liga parlamentaria de Amistad con Marruecos, que alegan usurpación de cargo -para ellos no soy embajadora en misión- y que pongo en grave peligro las privilegiadas relaciones con el Reino de Marruecos” .
VERGÜENZA
Lo que quieren es presionarla para que se vaya por su propia voluntad, la chantajearon con las pésimas condiciones y acceso elemental a agua y alimentación. Ella se rehusó porque no había impedimento legal para ingresar al Perú. Ha presentado un habeas corpus que está en trámite, Cancillería se lavó las manos y mientas sigue esta afrenta que avergüenza de sobremanera al Perú, pues se está violando los derechos de una mujer, de una autoridad de un pueblo amigo reconocido por nuestro país, en España y otras partes del mundo crece la indignación y enérgicas protestas por el atropello.
El viernes 22 se realizó un platón frente a Migraciones en Lima en solidaridad con la embajadora, en España también se han hecho plantones frente a la embajada peruana y han manifestado por escrito su fastidio personalidades del arte como Javier Corcuera, Joaquin Sabina, Javier Bardem, entre otros más. La congresista Marisa Glave colgó un vídeo explicando la situación de la embajadora y el estado debilitado de su salud. Sin embargo, ella se mantiene firme porque no está en juego la libertad de una persona o su comodidad, sino, la libertad y dignidad de todo un pueblo. Lo que el estado peruano quiere es que se marche y deslegitimar su misión, lo que los fujimoristas “amigos de Marruecos” quieren es que no se reconozca la causa que anima a esta mujer a seguir luchando por su patria, para ello se escudan en tecnicismos leguleyos y formalismos que no se aplican por igual cuando los visitantes son conservadores derechistas.
Es una vergüenza para el Perú que el gobierno de PPK no tome cartas en el asunto. El pacífico pueblo del Sahara que, ante el atropello, despojo, genocidio de potencias y colonos respondió con paz, debe ser reconocido. El poeta saharahui Bahia Mahmud Awah lo explica así:
“Yo tengo un sueño, ese día de paz.
Tú, amigo, que hoy me preguntas.
Ayer tras cuatro décadas en las riberas de Saguia
hallaron la fosa de mi abuelo,
las cuentas de su rosario,
su documento de identidad y la darraa
que llevaba cuando marchó en paz,
a cuidar nuestro ganado
y nunca regresó.
Fíjate cómo en mí repicaron
los tambores de la guerra,
y respondí predicando la paz
para que el alma de mi abuelo
en paz descanse y en mi desierto
y con mi jaima impere sólo paz.”
fuente: diariouno.pe