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SERGIO GONZALES  EN SIMBÓLICA PROTESTA POR LOS ESTUDIANTES DESAPARECIDOS

Cronista del dolor

Narco-Estado y neoliberalismo

Publicado: 2017-04-24

Por fin pude sentarme a escribir sobre Sergio González Rodríguez, el entrañable periodista, escritor, docente, cronista e investigador mexicano que nos dejó el tres de abril. Una gran pérdida para el mundo académico y nos quedamos un poco solos en el esfuerzo por develar y comprender la brutalidad con la que se expresa hoy el neoliberalismo, ya sea en su forma legal o ilegal, aunque cada vez más se ve cómo se borra la frontera entre esas dos dimensiones. Nos ha dejado un maestro en develar las nuevas complejidades del sistema, del poder y la violencia.  

Llegué a conocer su obra gracias a un ensayo que me impactó por la crudeza de los casos que analizaba y las conclusiones a las que llega, “Campo de guerra” (Anagrama, 2014). En esta investigación González Rodríguez describe el proceso de constitución de los carteles mexicanos hasta formar un narco-Estado, de cómo entran a reprimir los militares (cartel de los Zetas) y cómo terminan siendo absorbidos y asimilados fácilmente por la dinámica del narco hasta convertirse en un nuevo y poderoso cartel. Establece los vínculos entre los narco-militares (comandos mexicanos formados por militares norteamericanos en la Escuela de las Américas, Panamá) y las diversas instancias del Estado (Ejecutivo, legislativo, gobernaciones) y también el control (violento o corrupto) de la prensa.

Analizando los métodos brutales de los carteles en la lucha por el control del circuito de la droga, logra encontrar similitudes entre el proceso del narcotráfico en México y los grupos fundamentalistas islámicos (sobre todo, el sanguinario ISIS) en Oriente Medio. Sostiene que ambos procesos de violencia extrema son estrategias de los Estados Unidos para desestabilizar económica, política y socialmente ciertos países en los que tendría intereses geopolíticos y económicos; y en este ajedrez geopolítico, los países latinoamericanos vinculados directamente al narcotráfico jugarían un rol central en la recolonización norteamericana del continente mediante guerras focalizadas en un territorio pequeño o mediano, pero con mucha violencia intensiva.

Este sería para este investigador el modus operandi de las nuevas políticas de Estados Unidos desde que se firmaron los primeros TLC: usar al narcotráfico para desarrollar intensas guerras posmodernas focales para desestabilizar y controlar territorios de interés.

BRUTALIDAD Y ECONOMÍA

Otra característica que González Rodríguez resalta en este sistema es la capacidad que tienen la industria del narco para volverse una actividad económica articuladora. Los carteles se han vuelto verdaderos “clusters” criminales, tercerizando y acelerando el secuestro y trata de niñas y adolescentes, la inmigración ilegal, el sicariato a gran escala, explotación sexual, el contrabando de armas y un sinfín de actividades criminales que giran alrededor del narcotráfico y son aceitadas por el propio sistema.

La brutalidad con la que operan los carteles también fue analizada por Gonzáles Rodríguez en su primer ensayo novelado “Huesos en el desierto” (Anagrama, 2002). Inicia una larga serie de investigaciones sobre los feminicidios de inicio de los años noventa. El narco utilizaba el cuerpo de las mujeres para enviar mensajes a carteles adversarios. Se grababan en sanguinarios vídeos decapitaciones, descuartizamientos, torturas y todo tipo de ejecuciones a mujeres de diversas edades, así fueran niñas o ancianas. Luego, los restos eran enviados a la casa u “oficinas” de los carteles en disputa. Se crea así una macabra “gramática de la violencia”, un “lenguaje” en el que tres cabezas en una caja significan algo específico, una bolsa de manos sobre un auto otro significado específico, o un cuerpo colgando de un puente.

BRUTALIDAD Y LENGUAJE

Justamente, en El hombre sin cabeza (Anagrama, 2009) consigna el testimonio de un decapitador profesional, narra los escalofriantes detalles de tortura, grabación y ejecución, hasta el mecanismo de hacerlos públicos en internet. La espectacularidad del crimen, la amplificación obscena de la deshumanización es el fenómeno que analiza esta obra. A la vez, tiene muchas referencias históricas y culturales para rastrear los antecedentes de semejante brutalidad y tratar de comprenderla (¿Se podrá?). De paso, logra difuminar las fronteras entre el periodismo, la reflexión interdisciplinaria de las ciencias sociales y la literatura.

Las obras analíticas de González Rodríguez son también obras estéticas, para él la crónica periodística podía, y debía, ser una forma de literatura. Por eso, nos encontramos dentro de su trabajo con detalladas descripciones de casos y procesos criminales contados con buena pluma, acompañados de análisis profundos de los nuevos procesos que va tomando el crimen organizado en México y el mundo. Ha sido ganador de muchos premios y su obra influyó en otros escritores como el chileno Roberto Bolaño. Es un investigador al día con los nuevos enfoques y aunque sus críticos lo acusan de “posmoderno”, nadie puede negar que el tratamiento poco convencional de sus temas, funcionaron.

No dejo de pensar en el Perú como primer país productor de cocaína y el rol que estará jugando en esta “guerra posmoderna”. Somos la retaguardia y línea de abastecimiento de un ejército ilegal que destroza vidas y países enteros, aquí no tenemos aún esos niveles de violencia porque la batalla por el control de la droga del Perú se negocia fuera de nuestro país y en zonas como el Vraem.

No dejo de pensar en las similitudes entre Rodríguez Gonzáles con su “campo de guerra” y el filósofo italiano Giorgio Agamben cuando dice que el mundo contemporáneo vive en un perpetuo “Estado de excepción”, en el que estamos inermes y nuestros derechos existen hasta que a algún poderoso le dé la gana; vivimos la “nuda vita”, desnudos ante la violencia sin tener una real conciencia de nuestra situación, hasta que aparezcan los decapitados y los feminicidios como el verdadero idioma del neoliberalismo.

(Fuente: http://diariouno.pe/columna/cronista-del-dolor/)


Escrito por

Jorge Millones

Trovador y productor. Aficionado a la filosofía y las ciencias sociales.


Publicado en

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